Exceso de lentitud

7 – Exceso de lentitud

Un hombre (o una mujer) se aproxima de otro (u otra).

Un – Documentación del coche.

Dos – Aquí está.

El primero examina la documentación.

Un – ¿Sabe usted a que velocidad conducía?

Dos – Es que no me di cuenta…

Un – Y no es la primera vez.

Dos – Será la última, se lo juro.

Un – ¡Fíjese! ¡12 kilómetros por hora! ¡Podría usted haber provocado un accidente muy grave! ¿Qué tiene que decir en su defensa?

Dos – No tenía prisa…

Un – ¿Me está tomando el pelo?

Dos – ¡Por Dios, no! La verdad es que… Es algo como una fobia… A penas he salido, tengo la angustia de llegar…

Un – Quiere decir de no llegar…

Dos – No, no, de llegar… Me resulta igual con el avión…

Un – ¿Tiene miedo del avión?

Dos – No, para nada… Lo que me aterroriza es el aterrizaje… Bueno, no el aterrizaje en sí mismo… Lo que me da miedo es que el viaje se termine, por así decirlo… Tanto me asusta que podría desviar el avión para prohibirle tomar tierra… Pero ya sé que no serviría para nada. Incluso haciendo círculos alrededor del aeropuerto, acabaríamos por gastar todo el queroseno, y estaríamos obligados a efectuar un aterrizaje de emergencia ¿verdad?

Un – Sí…

Dos – A menos de ser repostado en vuelo…

Un – Sí…

Dos – Usted no sufre este tipo de ansiedad, cuando está en la moto…

Un – No…

Dos – Lo que me gustaba, de niño, eran los caballitos de feria… Como dan vueltas, uno está seguro de no llegar a ninguna parte… Dar vueltas, es el movimiento universal ¿verdad? Los planetas dan vueltas sobre sí mismos, y alrededor del sol… Como peonzas en un tiovivo… ¿Y usted…?

Un – ¿Yo…?

Dos – En el tiovivo. ¿En qué montabas?

Un – En la moto…

Dos – Ya…

Un – La verdad es que quien me montaba en la moto era mi padre.

Dos – Sin embargo, la moto, es muy peligrosa.

Un – A mi, lo que me hubiera gustado es montar en la carroza…

Dos – ¿La carroza?

Un – Pero la carroza, ya, con la moto, nunca podía alcanzarla…

Dos – Pero me alcanzó a mi.

El policía parece volver a la realidad.

Un – Bueno…

Le devuelve la documentación.

Un – Por lo menos, no estará borracha, ¿verdad?

Dos – Se lo juro…

Un – Vamos, está bien… Puede circular…

Dos – ¿Circular?

Un – ¡Vamos, de prisa!

Dos – ¿No me quita el carné…?

El policía le echa una mirada enfadada.

Dos – Bueno, me voy…

Esta para marcharse.

Dos – No corra demasiado con la moto…

El policía sigue mirándola en silencio.

Dos – El periférico, ¿queda lejos de aquí…?

El policía no contesta.

Dos – ¿Y la próxima salida, qué es…?

Un – La policía…

Oscuro.