9 – Frente a frente
El uno y el otro se miran a hurtadillas.
Un – ¿Nos conocemos…?
Dos – No sé.
Un – Perdón, me parecía…
Dos – No, no tiene que disculparse. A mi también. Su cara me suena…
Un – ¿Dónde nos podríamos haber visto…?
Dos – ¿Usted vive por allí?
Un – Nada lejos. ¿Y usted?
Dos – Daba un paseo con el perro…
Un – Quizás nos vimos aquí mismo…
Dos – Aquí o allá…
Silencio.
Un – Es muy raro. De verdad, tengo la impresión que nos conocemos ya…
Dos – Vemos tanta gente…
Un – Bueno. Sin embargo, tengo que irme…
Dos – Encantado de haberle conocido.
Un – ¡Hasta la vista…!
El primero está por irse.
Un – A propósito. Me llamo Pedro… En caso que nos volviéramos a ver unos días por allí…
Dos – ¿Pedro? Qué divertido. Yo también me llamo Pedro…
Un – No es un nombre muy original…
Dos – ¿Pedro qué?
Un – Pedro Martínez.
Dos – ¿Martínez? ¡Como yo, entonces!
Un – Así que somos anónimos… Quiero decir homónimos.
Dos – Pero no nos dice dónde podríamos habernos visto ya…
Un – Bueno, pues me voy, entonces…
Dos – Yo también.
Un – ¿Por dónde va?
Dos – ¿Y usted?
Un – Por aquí.
Dos – Pues vamos, le sigo. Pase primero.
Un – Gracias.
Se van.
Un – ¡Venga, tú! Vamos.
Dos – ¡No es posible! ¿Este perro es el suyo?
Un – Sí, ¿por qué?
Dos – ¡Es el mío también!
Un – Ya me parecía que su cara me decía algo…
Oscuro.