La comedia dramática mezcla la ligereza del humor con el peso de la tragedia. De este matrimonio entre la contingencia del accidente cómico y la permanencia de un destino dramático surge un humor áspero. Así, mientras los personajes se enfrentan a una situación puramente cómica, revelan a través de su manera de lidiar con ella las fracturas irreductibles que los caracterizan y los limitan. Aunque la comedia suele tener un final feliz, en la comedia dramática los personajes están condenados de antemano, al igual que en la tragedia, aunque su destino sea menos funesto. En cuanto al teatro contemporáneo, se podrían mencionar como maestros de la comedia dramática francesa al dúo Agnès Jaoui y Jean-Pierre Bacri (con « Un Aire de familia » o « Cocina y dependencias », por ejemplo), a Yasmina Réza (« Arte » o « El Dios de la carnicería ») y también a Nathalie Sarraute (« Por un sí o por un no »).