Ella y él se dejan caer en el sofá, agobiados.
Ella – ¡Por fin! Pensé que nunca iban a marcharse…
El – Dicen que de cada diez parejas, siete no follan durante la noche de bodas… Ahora entiendo por qué…
Ella (cachonda) – ¿Tratamos de mejorar la estadística?
El – Te olvidas que despegamos a las cinco de la mañana… De Girona…
Ella – ¿De Girona?
El – ¡Ya te lo he dicho! Compré los billetes en una subasta de “E-Bay”…
Ella – ¿Por qué las compañías “low-cost” tienen que despegar de Girona? Quizás porque cuando despegas de Girona, te hace ilusión aterrizar en cualquier parte del mundo. Incluso en Bratislava…
El – Dicen que es muy bonita Bratislava… Durante la primavera…
Ella – ¿No te estás confundiendo con Praga?
El – Está por ahí al lado, ¿no?
Ella – Las Maldivas, es bonito todo el año… Y recuerda que la primavera empieza solo en dos meses…
El – Las Maldivas… Todo el mundo va, ¿no?
Ella – Es cierto que un viaje de bodas a Bratislava es mucho más original… No nos cruzaremos con muchos recién casados en el avión… La única pareja que había confundido Bratislava con Brasilia ha conseguido volver a vender sus billetes en “E-Bay”…
El – Nos pagaremos las Maldivas en unos años… Para nuestro aniversario de bodas…
Ella – Sí… Nuestras bodas de plata… Cuando no consiga entrar en el bikini…(Suspiro) La vida está mal hecha. Tendríamos que heredar a los veinte, empezar a trabajar a los cincuenta al acabar la jubilación y parir a los setenta, para no envejecer solos… Y la boda haría de extremaunción…
El – Por otro lado, una vida sin suegra… No sé si valdría la pena…
Ella – ¿Crees que te querré todavía dentro de veinte años?
El – No tendrás dónde escoger… Cuando no entres en ningún traje de baño…
Ella – Una amiga mía dijo “no” el día de su boda. De broma. Quería decir “sí” en seguida después… Pero el cura no lo encontró divertido. La chica tuvo que esperar seis meses antes de volver a la iglesia… Parece que hay un plazo de prescripción. Como para sacar el carné de conducir. No puedes volver a presentarte en seguida después de haber fallado… ¿Lo sabías?
El – No…
Ella – Son aburridas las bodas, ¿no?
El – Uno no se casa para divertirse…
Ella – No me digas que es para ir de viaje a Bratislava desde Girona en medio de la noche, si no realmente no sé por qué he dicho sí… ¿En qué país queda Bratislava exactamente?
El – No sé… Praga era la capital de Checoslovaquia…
Ella – Así que ni siquiera sabes dónde me llevas de viaje de bodas… Mi madre tenia razón. No sé dónde voy contigo…
El – Espera… Ahora Praga es capital de Chequia… Bratislava tiene que ser capital de Eslovaquia. O Eslovenia… Bueno, de todas formas, queda en la zona euro! Ni siquiera tendremos que cambiar dinero…
Ella – Y tú… ¿ Me querrás todavía dentro de veinte años?
El – ¿Como no querer toda la vida a una chica que acepta seguirme a un país desconocido de la zona euro?
Ella – Si es para ponerme a prueba, entonces…
Secuencia emocional, interrumpida por él.
El – No quiero apurarte, pero el avión despega dentro de dos horas. Y Girona no queda exactamente aquí al lado…