Salida nula

 3 – Salida Nula

Una mujer de luto llega por un lado, con cara de circunstancias, y una corona fúnebre en la mano. Saca un pañuelo de su bolso y enjuga una lágrima. Se oye el sonido de su móvil. Ella contesta con voz muy afectada.

Mujer 1 – ¿ Sí…? Ah, eres tú… Sí, sí, ahora mismo estoy en el tanatorio. La verdad es que no lo había visto desde hace años, pero en fin… A pesar de todo, es muy emocionante. Quería verlo por última vez… Para despedirle…

Otra mujer, de luto tambien, llega por el otro lado.

Mujer 1 – Tengo que dejarte, lo siento. Mi hermana acaba de llegar. Te llamaré más tarde ¿ de acuerdo ? Gracias por haber llamado…

Las dos mujeres se abrazan, sin cariño.

Mujer 2 – Menos mal que me has avisado… Yo ni siquiera recibí la esquela de defunción. (Señalando el otro lado) ¿ Está ahí…?

Mujer 1 – Sí.

Mujer 2 – ¿ Le has visto ?

Mujer 1 – Sí.

Mujer 2 – Hace lo menos diez años… Habrá cambiado, ¿ no ?

Mujer 1 – Claro… Está muerto.

Mujer 2 – Sí… La verdad es que no estoy muy segura de querer entrar ahí. Para verle así… Yo nunca ví a un muerto. Quizás debería quedarme con la imagen de la última vez que lo vi. Lleno de vida…

Mujer 1 – Vamos. Hazlo por él. Estoy segura de que le habría hecho mucha ilusión verte una última vez.

Mujer 2 – Bueno…

Se dirige sin entusiasmo hacia el lado de la cámara mortuoria y desaparece.

Su hermana se queda sola y enjuga otra lágrima.

Mujer 1 – Dios mío…

La otra vuelve, un tanto perturbada.

Mujer 1 – ¿ Ya…?

Mujer 2 – ¿ Me dijiste que estaba ahí, verdad, por esa puerta a la derecha?

Mujer 1 – Sí… ¿ Por qué ?

Mujer 2 – Si no es él…

Mujer 1 – No le has visto desde hace diez años. Por fuerza tiene que haber cambiado.

Mujer 2 – ¿ Hasta cambiar de sexo…? Es una mujer la que está en el ataúd.

Mujer 1 – ¿ Seguro…?

Mujer 2 – Una mujer que, encima, no se le parece en nada… ¿ No te diste cuenta ?

Mujer 1 – Mira… Estaba tan conmocionada esta mañana… Se me cayeron las lentillas de contacto en el lavabo. Debe de ser la puerta a la derecha. Hay dos capillas ardientes… Voy a ver.

Mujer 2 – Mejor voy yo, ¿ no ?

Desaparece otra vez, dejando su hermana todavía más perturbada. Pero la otra vuelve en seguida.

Mujer 1 – ¿ Y bien ?

Mujer 2 – Tampoco es él.

Mujer 1 – ¿ Estás segura ?

Mujer 2 – A menos que nos haya ocultado toda su vida que era negro… Enséñame la esquela… A lo mejor, te equivocaste de dirección. Tanatorios, hay muchos…

Mujer 1 – Dios mío… Me impresionó tanto saber que había muerto. Y ahora, ni siquiera vamos a poder asistir a su entierro…

Sale una esquela de su bolso y se la da a su hermana.

Mujer 2 (echando un vistazo a la esquela) – Pues, no… Aquí está… No lo entiendo… La dirección es correcta… (Leyendo) Comunican con profundo dolor el fallecimiento de… ¡ Pero no es su nombre !

Mujer 1 – No es posible ! Dame eso…

Coge la esquela de las manos de su hermana, y la mira frunciendo el ceño para compensar la ausencia de sus lentillas.

Mujer 1 – ¡ Joder ! Es el apellido de los vecinos… Ocurre al menos una vez por semana…

Mujer 2 – ¿ El qué ?

Mujer – ¡ Que el cartero se equivoque ! Bueno, Martínez, Ramírez… Se parece mucho, ¿ no ? Yo tampoco me di cuenta…

Mujer 2 (consternada) – Así que no ha muerto…

Mujer 1 – Lo siento, de verdad… (Tenso silencio) ¿ Y qué hago yo ahora con la corona?

Mujer 2 – No esperes que el florista te devuelva el dinero…

Mujer 1 – ¡Imagínate si se pusieran a reembolsar las coronas después de los entierros…!

Mujer 2 – Pues déjala aquí… Para honrar la memoria del difunto de tus vecinos…

Mujer 1 – Sí… Aunque no parece que se preocupen mucho por él. Ni siquiera han venido a despedirle…

Mujer 2 – No tendría que sorprenderte. Tú tienes la esquela de defunción…

Mujer 1 – Dios mío, es verdad. ¿Cómo voy a anunciarles eso ahora…?

Mujer 2 – Sí… Creo que ya vas a necesitar toda la delicadeza de la que seas capaz…

Mujer 1 – Por lo menos, él no ha muerto… Pero bueno… (Suspirando) Con lo que me costó decirle adios…

Mujer 2 – Pues así, esta hecho. Por si acaso…

Se van.

Mujer 2 – ¿ Irás a verlo ?

Mujer 1 – ¿ A quién ?

Mujer 2 – ¡ A él !

Mujer 1 – ¿ Para qué ?

Mujer 2 – No sé. Como tenías tanto interés en despedirte de él. Así podrías hacerlo mientras está vivo.

Oscuro.