Diferencia horaria

5 – Diferencia horaria

Un hombre llega con prisa delante de una azafata.

Él – Buenos días, señorita, soy el Señor Pérez…

Ella (echando un vistazo a una lista) – Señor Pérez… sí.

Él – Lo siento, voy algo retrasado…

Ella (muy amable) – Usted es el último, sí. Sólo le esperábamos para despegar… ¿Lleva equipaje?

Él – Pues, no… (Enseñando la bolsa de plástico que lleva en la mano) Sólo esto… ¿Puedo llevarlo conmigo…?

Ella – Por supuesto… ¿Turista, verdad…?

Él (aprobando) – ¿Cuánto tiempo dura el vuelo?

Ella (echando un vistazo a un documento) – Espere un momento, que no le diga tonterías… 37 años exactamente… Usted llegará el 16 de abril 3022 a las once de la mañana, hora local…

Él – Sí… Me dije que en abril, no habría tanta gente…

Ella – Fuera de las vacaciones escolares, claro, resulta mas barato. Además, abril, es la buena temporada. Los días se alargan. En invierno, uno a penas tiene tiempo de lavarse los dientes, que ya es de noche: los días solo duran media hora.

Él – ¿Usted fue allí alguna vez ?

Ella – ¡Sí! Varias veces. Como azafata, tenemos descuentos… ¿No se ha olvidado una ropa caliente para la descongelación?

Él – No, por supuesto.

Ella – Menos mal que tengamos unos privilegios, sabe… Porque azafata… Es una vida loca… Una se va para cualquier vuelo de unos sesenta años, y cuando vuelve, tienes que encontrar otros amigos. Los tuyos han muerto ya, y están enterrados… O por lo menos totalmente seniles… ¿Usted tiene amigos?

Él – No.

Ella – Hace bien. Es mucho más fácil. (Suena el teléfono y ella contesta).¿Dígame…? Perfecto, gracias. (Cuelga y se dirige de nuevo al pasajero) Ya es hora. Me están diciendo que su cohete va a despegar dentro de un rato. No le digo hasta la vista. Porque cuando usted vuelva, yo estaré muerta y enterrada. Solo vuelo al sistema solar, en estos momentos. Casi no hay diferencia anual. Mucho más tranquilo, usted me puede creer.

Él – Y todavía más cuando una tiene niños, ¿verdad? ¿Usted tiene niños?

Ella – ¡Oh, no! Con mi trabajo… Los dejas a la guardería, y cuando vuelves del trabajo, ya han acabado medicina. Bueno, pues ¡buen viaje!

Él – Gracias.

Él se va, olvidándose de su bolsa de plástico.

Ella – Ah, no olvide su equipaje de mano…

Él – Bueno, por lo poco que hay dentro…

Ella – Tiene razón… No vale la pena cargarse con todo un cerdo por un trozo de salchicha… Cuando llegas, la moda ha cambiado totalmente… Mas vale comprarlo todo allá…

Él – Se me olvidó preguntarle… ¿La vuelta, cuándo es?

Ella – ¿La vuelta? Mire, es una pregunta que no se me hacen a menudo… Puedo darle una respuesta, pero bueno… Eso depende de la evolución de la aeronáutica mientras tanto…

Él – No se moleste. Ya veré allá. Buen día, entonces…

Ella – Buen día a usted… Digo… Buena hibernación…

Él – Sí… 37 años… Hay para rato…

Ella – Ya verá, pasa como si fuera nada… Y despertará fresco como una lechuga…

Él – Disculpe la pregunta, pero ¿Aerolíneas Refrigeradas es realmente una compañía segura…? ¿Nunca sufrió una ruptura en la cadena del frío…?

Ella – ¡Que va! Todo esto está muy controlado. El último incidente que tuvimos fue un pasajero que se equivocó de vuelo. Iba a reunirse con su novia en Venus para su viaje de bodas, y por despiste, embarcó en un vuelo hacia X22, un planeta situado a unos cuarenta años luz… Por supuesto, cuando por fin pudo regresar para la boda, su novia…

Él – No era tan fresca como una lechuga…

Se ríen.

Ella – Bueno, corra, sino va a perder el vuelo. Y el próximo sale solo dentro de setenta años…

Él – Me voy…

Oscuro.